Merkel advierte a Trump sobre "guerra" comercial | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Miércoles, 4 de Julio de 2018
Agence France Presse

La canciller alemana Ángela Merkel, advirtió a Donald Trump sobre el riesgo de una "guerra" comercial si Estados Unidos aplica sus amenazas de aranceles a las importaciones de automóviles extranjeros.

Estados Unidos ya originó un "conflicto comercial" tras haber impuesto derechos de aduana a las importaciones de acero y de aluminio, afirmó Merkel ante los diputados en Berlín.

"Tenemos negociaciones en marcha, mucho más serias, sobre el establecimiento de derechos aduaneros a las importaciones de vehículos por Estados Unidos", añadió.

"Hay que hacer todo lo posible para apaciguar este conflicto antes de que se convierta en una verdadera guerra, pero para ello se necesitan dos", enfatizó la jefa del gobierno alemán, llamando al presidente estadounidense a aceptar la negociación.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, viajará próximamente a Estados Unidos para hacer propuestas sobre esta cuestión.

La canciller alemana respondía así a las últimas amenazas de Trump, que prevé imponer aranceles del 20% a los vehículos importados por Estados Unidos procedentes de la Unión Europea (UE).

Empleo

El sector del automóvil es vital para la economía alemana, que proporciona unos 800.000 empleos en el país.

Merkel también rechazó las críticas del mandatario estadounidense sobre los excedentes comerciales alemanes y europeos con Estados Unidos, señalando que solo afectan al sector industrial.

"Si contabilizan los servicios, incluidos los servicios digitales, en este caso la balanza comercial es totalmente diferente, con un excedente estadounidense en Europa más que a la inversa", aseguró la canciller.

Estas declaraciones se producen en un contexto de relaciones comerciales cada vez más tensas entre Estados Unidos y la UE, después de la decisión de Donald Trump de imponer, el 1 de junio, aranceles del 25% al acero y de 10% al aluminio exportados por casi todos los países del mundo, algunos de ellos aliados, a Estados Unidos.

La UE respondió unos 20 días después estableciendo derechos de aduana adicionales a decenas de productos estadounidenses, como el bourbon o las Harley-Davidson.

La reacción de China

Por otra parte, el "made in USA" podría ser duramente gravado y llegar a precios desorbitados en China tras el posible estallido de una guerra comercial entre Washington y Pekín, que obliga ya a los profesionales a buscar alternativas.

Tras semanas de tensiones y de negociaciones abortadas, Estados Unidos podría imponer el viernes 6 de julio aranceles a bienes importados chinos por valor de US$34.000 millones. Pekín ya prometió replicar con una tasa del 25% a centenares de importaciones estadounidenses, entre ellos soja, sorgo, automóviles o whisky. Esa medida podría reducir muy fuertemente la competitividad de los productos "made in USA".

En el mercado de frutas de Pekín, el importador Zhao Xiaoyu, elogia la calidad excepcional de las cerezas estadounidenses. Para él, esa calidad será difícil de reemplazar.

"Para productos relativamente simples, habrá alternativas. Pero para los más elaborados, será difícil" asegura Denis Depoux, del gabinete de asesores Roland Berger.  Los productos agrícolas son a priori los más fáciles de sustituir, pero ello depende de los volúmenes disponibles, destaca Depoux.

El asunto de la soja es también delicado. Al gravar este bien, Pekín apunta donde hace daño: Estados Unidos exportó el año pasado a China por valor de US$14.000 millones en soja, es decir un tercio de su producción. Pero el problema para el gigante asiático es que, aparte de Estados Unidos, ningún país produce lo suficiente como para satisfacer la demanda china.

"En cuanto se apliquen aranceles, el impacto sobre el precio del soja será inmediato" se preocupa un negociador para la empresa de Pekín, Scents Holdings.

China importa anualmente 95 millones de toneladas de soja. Los granos son principalmente utilizados para alimentación animal y la producción de aceite para cocinar.

"El efecto de los derechos aduaneros va a ser inmediato y sensible para los ciudadanos chinos. Subirán el precio de la carne o del aceite", asegura este negociador.

Asimismo, las importaciones de sorgo estadounidense también pueden verse afectadas. Estados Unidos es el primer suministrador de China, con 4,8 millones de toneladas vendidas el año pasado.

Según expertos, Australia, exlíder mundial de exportaciones de sorgo, podría verse beneficiado con los aranceles impuestos al sorgo norteamericano por China, que utiliza este producto para la alimentación animal y la producción de alcohol.

Esta amenaza de guerra comercial, ha provocado una ola de pánico entre los agricultores norteamericanos. El senador Ron Wyden criticó el mes pasado al secretario de comercio, Wilbur Ross, y defendió a los exportadores de cerezas y sus 1,5 millones de cajas listas para viajar a China.

Esos exportadores "temen que sus cajas queden bloqueadas en los puertos, o acaben pudriéndose en un depósito debido a las represalias chinas", indicó el senador.