Si inflación sigue a baja pueden reducir tasas | El Nuevo Siglo
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Sábado, 7 de Julio de 2018
Redacción Economía

La situación de la política monetaria está atada al comportamiento de la inflación. Según un análisis de BBVA Research Colombia señala que el nivel actual de la tasa de política, 4,5% es ligeramente expansionista según el Emisor y habría algo de espacio para reducirla si la inflación continúa cediendo.

Según Juana Téllez, jefe de la Unidad de Análisis Económico de la entidad financiera, gracias al buen comportamiento de la inflación, especialmente de la básica que desde comienzos del año ha mostrado una tendencia bajista significativa y se espera converja en torno al 3,0% este año, en conjunto con un débil cierre de actividad en 2017 y la perspectiva de una recuperación lenta en la primera mitad de 2018, es posible que el Banco Central podría realizar alguna rebaja adicional de su tasa de política. En parte para evitar que su postura ligeramente expansionista actual se diluya sin haber logrado todo su aporte en la reactivación de la economía.

El Banco de la República, sostiene el reporte, ha recalcado que el espacio para reducir tasas se está agotando y ha virado paulatinamente hacia un lenguaje que justifica el final en el ciclo bajista, con la información de que dispone.

Esto se debe a algunas preocupaciones puntuales sobre la convergencia de la inflación del grupo de no transables a la meta y a las limitaciones que la política monetaria en E.U, con 100 puntos básicos de incrementos de tasas de interés este año, podría imponer sobre la política local y sus efectos cambiarios y de flujos de capitales.

El estudio coincide con el Emisor en que el espacio de reducciones adicionales de tasas es limitado, pero se ve la reducción del déficit en cuenta corriente, mayor a la anticipada por analistas y el Emisor, y la capacidad de financiar este desbalance en su gran mayoría con inversión extranjera directa, de la mano de los factores internos, argumentos para poder reducir la tasa de política en 50 puntos básicos, alcanzando así un nivel de 4,0%.

 

Recuperación lenta

Uno de los retos que tiene el país en materia económica con miras a una recuperación más acelerada de su economía es el de procurar una mejor confianza de los distintos actores.

El reporte de BBVA Research señala que el crecimiento de 2018 parece ser neutral a los riesgos de mayor y menor crecimiento, pues se anularían entre sí.

Al alza se espera una aceleración más rápida de lo esperado del sector de edificaciones. La mayor disposición a comprar vivienda en los datos recientes de la encuesta de confianza del consumidor le da más probabilidad a este mejor escenario.

También, se podría materializar un efecto más positivo del mayor crecimiento de Estados Unidos sobre las exportaciones, lo cual está incluido parcialmente, pero podría acelerarse por la combinación de tipo de cambio elevado y altos crecimientos de aquel país, un cóctel positivo que pocas veces en la historia ha tenido Colombia.

Los factores a la baja, que compensarán los anteriores, son la continuación de la baja confianza (con efectos en consumo e inversión) y una más lenta ejecución de las obras de infraestructura. Para 2019, sí parece haber un sesgo a la baja en la proyección, si bien se mantiene con una probabilidad baja de ocurrencia.

Los factores que condicionarán el crecimiento son los mismos de 2018, además de un ajuste muy fuerte en el déficit fiscal si no se materializan los aumentos esperados en los ingresos tributarios y de capital.

La buena noticia es que hay dos riesgos que estuvieron siendo monitoreados en el pasado y se han ido diluyendo hacia muy bajas probabilidades de ocurrencia. Estos son: una inflación elevada e inercial a la baja, con política monetaria contractiva, y un déficit externo amplio y mal financiado.

Como se ve en los datos más recientes, la inflación mostró una clara tendencia a la baja y le da espacio a la política monetaria para ubicar la tasa de interés en un terreno expansivo o ligeramente expansivo.

Además, el déficit de la cuenta corriente se redujo en 2017 y fue financiado holgadamente por la inversión extranjera directa.

 

Lucha contra la pobreza

Según el informe Colombia ha logrado en los últimos 15 años un avance importante en la disminución de la pobreza que no serán fáciles de repetir en un contexto en que no se logre dinamizar la economía.

Hace quince años el 49,7% de la población colombiana era pobre y a finales de 2017 el 26,9%. Esto es, 7,1 millones de personas salieron de la pobreza en estos quince años. Sin embargo, a pesar de estos grandes avances aún muchos colombianos son pobres. La tarea de reducción de la pobreza aún es titánica y para eso la economía colombiana debe crecer más y mejor.

Se destaca que entre los factores que más contribuyeron a este descenso de la pobreza entre 2002 y 2017 se encuentran el control de la inflación y la aceleración del crecimiento.

En el periodo entre 2010-2014, cuando la inflación promedio se estabilizó en niveles bajos (2,89% anual para ingresos bajos) y el crecimiento se ubicó en niveles elevados (4,8% en promedio) producto del buen momento de las materias primas se alcanzaron las reducciones más significativas en pobreza con 2,4 puntos porcentuales promedio por año, cifra mejor que la del periodo entre 2003 y 2009 con una reducción de 1,3 puntos promedio por año.

Por su parte, entre 2015 y 2017, la pobreza sólo alcanzó a reducirse en promedio en medio punto porcentual por año como consecuencia, entre otros, de la desaceleración del crecimiento y el aumento en la inflación.

En particular, en 2016 con una combinación de bajo crecimiento (2,0%) y alta inflación media (8,0% para ingresos bajos) la pobreza se incrementó en 2 décimas.

Finalmente el análisis dice que en adelante, estos avances serán posiblemente más difíciles de consolidar pues la economía apunta a una recuperación lenta y un crecimiento potencial más bajo que el alcanzado en los años de mayores mejoras en los diferentes indicadores.

Así las cosas, resulta central en la discusión económica y política cómo se van a materializar nuevos avances sociales y sin lugar a dudas en el centro de la discusión estará la capacidad de mejorar el crecimiento potencial de la economía colombiana.