Durante lo corrido del 2021, las empresas más grandes del mundo son las que sufrieron el mayor impacto de la corrupción y las actividades ilícitas frente al 2020, según informa Kroll, el proveedor líder mundial de servicios digitales y productos relacionados con la investigación, gobernanza, riesgo y transparencia.
El Informe Global de Fraude y Riesgo de Kroll muestra que el 57% de las empresas encuestadas que tienen una facturación de más de $15 mil millones registraron un impacto muy significativo de las actividades ilícitas como el fraude, la corrupción y el lavado de dinero, en su organización. Asimismo, una cuarta parte (25%) definió el impacto como significativo. Esta tendencia continuó para las empresas con ingresos anuales de entre $10 mil millones y $15 mil millones, con el 48% de los encuestados destacando que su organización se había visto afectada significativamente y el 44% informó que el impacto fue algo significativo.
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Pablo Iragorri, director general y jefe de la Oficina de Colombia destacó que, si bien la gran mayoría de las empresas analizadas han trabajado, de alguna manera, para reducir los riesgos de soborno y corrupción, más del 54% de los encuestados cree que los directorios de sus entidades no han prestado suficiente atención a estas dinámicas.
“Nos sorprendió ver que, en los últimos tres años, cerca del 78% de las empresas encuestadas en Colombia indicaron que realizaron investigaciones internas para esclarecer hechos relacionados con la corrupción o conductas alejadas de las regulaciones organizacionales. Una organización puede tener el mejor programa de cumplimiento sobre el papel, pero si los elementos humanos no están bien gestionados, educados y preparados para actuar, el incumplimiento o conducta ilícita seguirán prevaleciendo”, señaló Iragorri.
Recaredo Romero, director ejecutivo en Investigaciones Forenses e Inteligencia de Kroll para América destacó en el informe que las empresas estaban poniendo un mayor enfoque en medidas proactivas para gestionar el riesgo de soborno y corrupción, incluidas las evaluaciones de riesgo en toda la empresa (82%) y el uso de análisis de datos proactivos (86%).