“La escasez de gas es absolutamente crítica”: Juan Ricardo Ortega | El Nuevo Siglo
Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá. / Cortesía GEB
Domingo, 1 de Septiembre de 2024
Redacción Bogotá

EL NUEVO SIGLO: ¿En qué está trabajando actualmente el Grupo de Energía de Bogotá en materia de transición energética y energías renovables? 

Juan Ricardo Ortega:  El Grupo de Energía de Bogotá no trabaja esa inversión por el acuerdo que existe con Enel. Toda la planeación la tienen ellos y el foco de lo que fue el acuerdo es el crecimiento de energías renovables.

Enel tiene un crecimiento de casi 2 GB para los próximos años, primordialmente solar y nuestro compromiso es que a través de Enel se hagan todas esas inversiones. Ellos ya tienen un desarrollo muy grande andando en Sabanalarga que tiene casi 1.1 gigabytes de potencia. 

Viene un proyecto en Fundación y en la subasta que sacó el Gobierno en el pasado, Enel puso para cargo de confiabilidad casi 800 megas de potencia en solar. La energía solar es en este momento el foco renovable del grupo, más todas las eólicas.

ENS: ¿Cómo se están implementando los paneles solares en la capital? 

JRO: El alcalde Galán nos dio un mandato de mirar con el Gobierno del presidente Petro cómo desarrollar una comunidad energética a través de una de sus propuestas importantes para la ciudad-región del Plan de Desarrollo y es que se puedan tener obras por impuestos.

Dentro de nuestros proyectos de obra por impuestos se está planteando el Plan de Desarrollo del alcalde. Además, viene un trabajo de comunidades energéticas para la ciudad, estamos afinando detalles y ya se tiene toda una planeación para que el próximo año se pueda inaugurar la primera comunidad energética con el gobierno del presidente Petro.

ENS: ¿Cómo ve actualmente el mercado energético colombiano, cuáles son sus principales cuellos de botella y los campos por explorar? 

JRO: Hay varias cosas: una enorme limitación en construir proyectos de transmisión, demasiadas formas de trabar estos procesos y Bogotá hoy en día está en un apagón de crecimiento.

Es decir, la ciudad no logra hacer ningún proyecto nuevo de actividad económica importante ni en el norte ni en el occidente, porque no hay suficiente suministro de energía, porque no hay líneas de transmisión.

Entonces esa limitante va a generar retos muy grandes desde el año 2026 en adelante y hacia el año 2028, según lo que haga la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), va a haber retos de una demanda muy apretada contra la oferta.

Estamos muy cerca de que lo que la gente quiera utilizar de energía esté en el límite de lo que el país puede generar y eso en sistemas eléctricos no es deseable, porque Colombia tiene una enorme dependencia de las hidroeléctricas. 

El 70 % de la energía que la gente consume es hidroeléctrica, aunque es el 60 % de la capacidad, que son dos términos que confunden mucho, porque la capacidad es lo que uno podría hacer, pero no lo que uno puede hacer. Para poder tener una hidroeléctrica generando todo lo que puede, toca tener agua y en Colombia hay temporadas de fenómeno de El Niño en las que no hay agua. 

Eso se vivió en abril, las hidroeléctricas se quedaron sin agua y aunque había mucha potencia, no había energía. Ahí dependimos un 55 % de las térmicas a gas y la escasez de gas –que ya se ve en este momento porque no lo estamos teniendo para poder operar las compresoras a diciembre de este año– va a ser un reto fenomenal para el país y si llega a haber un fenómeno de El Niño, puede ser una crisis que nadie tiene bien mapeada.

La escasez de gas es absolutamente crítica, tiene que solucionarse el tema de la oferta para el próximo año y en el 2026 ya se vuelve una montaña difícil de subir. En ese momento todos vamos a apoyar al Gobierno, para el país ese es un riesgo que tenemos que resolver ya. 

En cuanto a campos por explorar, se le debe preguntar a la industria de hidrocarburos porque claramente el proyecto de Uchuva es de trascendencia. Eso está en manos de Petrobras y hay que ver si dentro de sus prioridades encuentra a Colombia lo suficientemente atractiva para que invierta aquí y no en otra parte.

Ese es el único proyecto de gas real, porque Orca no se va a dar y el otro es demasiado costoso, no dan los precios. Uchuva no tiene al día de hoy ninguna consulta previa, no tiene ningún trámite de licenciamiento ambiental. Nosotros nos demoramos para Colectora en todo el proceso seis años, por eso no me imagino que se va a lograr un proyecto Uchuva a la vuelta a la esquina. 

El país tiene unos tiempos muy complejos y va a depender de la importación de gas con seguridad por unos años, con los impactos que eso tendrá en los precios de los hogares. 

ENS: Desde el punto de vista financiero, ¿cómo está hoy el Grupo de Energía de Bogotá?

JRO: El Grupo tiene una diversificación, una solidez y una transparencia en su gestión que le permiten mantenerse sólido e indistintamente de estos avatares, porque tiene activos muy importantes en Perú, en Brasil y en Guatemala. 

Todo lo que hace el Grupo lo hace en función de mejorar vidas y en función de la comunidad, por eso el foco de poder lograr construir al país Colectora, donde la primera línea debe estar lista en julio del próximo año, que ya permitiría el desarrollo de los eólicos en toda la zona de Cuestecita de la baja y la media Guajira. 

La alta Guajira queda faltando, pero tenemos el compromiso de en julio del 2026 tenerlo listo, si no tenemos bloqueos de las comunidades. Ahí va a ser fundamental la educación y el apoyo de todo el mundo porque, por el bien de La Guajira y del país, este es un proyecto absolutamente estratégico.

Los retos del cambio climático de La Guajira van a ser inmensos, las altas temperaturas son una amenaza para mantenerlos al cien y para la vida humana. Todos ganamos si hay electricidad a precios competitivos en el Caribe y eso solo se logra si construimos estas líneas de transmisión, entonces el compromiso es garantizar que se construya la infraestructura que le mejore la vida a la ciudadanía y eso es lo que estamos haciendo con total respeto al medio ambiente y a las normas colombianas. Con un compromiso anticorrupción absolutamente riguroso en el cual nos sometimos a la ley con total rigor, porque creemos que esa es la única forma de servirle al país.