El Real Madrid recibe hoy al Bayern de Múnich en una vuelta de semifinales de Champions abierta (2-2 en la ida), que los blancos quieren superar con su “mejor versión” frente a un Bayern Múnich aferrado al torneo continental para salvar la temporada.
“Tenemos una gran ilusión porque puede ser otra noche mágica para nosotros, para nuestra afición”, dijo ayer el técnico merengue, Carlo Ancelotti, en la rueda de prensa previa al encuentro, tras el empate en el Allianz Arena hace una semana.
El doblete de Vinicius en Múnich, evitó que el equipo blanco afrontara este partido con un resultado adverso, pero Ancelotti volvió a recordar que “hay que respetar al rival porque lo hizo mejor en el partido de ida”.
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El equipo blanco confía en el apoyo de su afición para volver a vivir otra noche mágica en el coliseo madridista, donde los merengues han pasado en 23 de las 24 eliminatorias europeas en que han afrontado una vuelta en casa tras un empate en la ida.
Los de Ancelotti se han convertido al estadio Santiago Bernabéu en un verdadero fortín esta temporada en el que no conocen la derrota en 29 partidos oficiales, cinco de ellos en Champions.
En esta temporada, todos, incluidos el City, vigente campeón europeo, y el Barcelona, se han estrellado en la nueva piel plateada del Bernabéu, incluso habiendo comenzado por delante en el marcador.
En la máxima competición continental, el Real Madrid no ha vuelto a perder un partido en casa desde el 26 de marzo de 2022 cuando cayó 2-3 contra el Chelsea en la vuelta de cuartos de final.
La fortaleza defensiva mostrada por los merengues esta temporada puede ser clave el miércoles contra el poderío ofensivo del Bayern y su goleador inglés Harry Kane, que encabeza con Kylian Mbappé la tabla de artilleros de la Champions con ocho dianas cada uno.
El equipo bávaro “mostró su mejor versión y nosotros no”, recordaba hace una semana Ancelotti, que ayer aseguró que sus jugadores “van a intentar sacar lo mejor”.
Ancelotti adelantó que el Real Madrid intentará mejorar en defensa, especialmente para tratar de parar a los extremos Leroy Sane y Jamal Musiala, que fueron un auténtico dolor de cabeza para la defensa merengue en la ida.
La vuelta de Dani Carvajal, sancionado en la ida, al lateral derecho debería servir de freno a Musiala, mientras que en la otra banda, Ferland Mendy podría necesitar de la ayuda de otros compañeros como Jude Bellingham para detener a Sane.
“Empezamos a defender bien, mejor, con compromiso colectivo. Las lesiones que tuvimos a comienzos de temporada nos han ayudado a entender que la manera de superarlo no es la individualidad, sino el colectivo”, afirmó Ancelotti.
El técnico merengue, con la vista puesta en el miércoles, rotó el pasado fin de semana en la victoria contra el Cádiz 3-0 con la que ganó su 36ª Liga, con diez cambios en el equipo titular con respecto al que jugó en Alemania.
Este nuevo título ha supuesto una inyección de moral para los merengues de cara al encuentro contra el Bayern, en el que el Real Madrid busca su 18ª final de Champions y para el que serán claves Vinicius y su compañero Rodrygo.
Ambos llevan cinco goles en la máxima competición continental, en la que han sabido aparecer en momentos decisivos.
Última oportunidad
“El Madrid jugó muy profundo con sus extremos”, recordaba la semana pasada el técnico del Bayern, Thomas Tuchel, que confía en poder salir victorioso de la capital española.
La Champions es el clavo ardiendo al que se agarra el Bayern tras haber cedido el título liguero al Bayer Leverkusen y haber sido eliminado en la Copa alemana.
El Bayern intentará no repetir los errores defensivos que permitieron los dos goles merengues.
Tuchel no podrá contar para el encuentro con el portugués Raphaël Guerreiro, con una lesión de tobillo, pero podría recuperar al central neerlandés Matthijs de Ligt, ausente en la ida por lesión./AFP