Son pocos pero hacen ruido: el denominado "Movimiento no comprometido" de delegados demócratas que protestan contra la guerra en Gaza es la voz disonante en la convención nacional del partido que esta semana oficializará en Chicago la candidatura de Kamala Harris a una reñida pelea por la Casa Blanca.
Para estos 30 representantes de ocho estados estadounidenses, que dicen encarnar la visión de unos 700.000 votantes, la salida del presidente Joe Biden de la carrera electoral en julio no produjo nostalgia y, aunque saludan la posterior ascensión de Harris para enfrentar al republicano Donald Trump en noviembre, la toman con escepticismo.
"El partido necesitaba un cambio", clamó la delegada de Minnesota Asma Mohammed. "No siento tristeza por alguien que ha apoyado sin reservas un régimen genocida en Israel", lanzó en referencia al presidente.
Mohammed llegó a Chicago esperando ver una renovación en el seno de su partido, sin embargo dice estar decepcionado porque no hay voces propalestinas en la lista de oradores de la convención.
"Sé que ella (Harris) tiene más empatía que Joe Biden, he visto eso. Pero las palabras no son suficientes. Las palabras tienen que ser sustentadas con políticas", sostuvo.
El Movimiento no se comprometió abogó por permitir un espacio frente a la audiencia de miles de simpatizantes a la doctora Tanya Haj-Hassan, que ha atendido a víctimas del conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás en Gaza.
Sin embargo, lo único que ha sido concedido hasta el segundo día de la cumbre partidista fue un panel en el Centro McCormick, fuera de la arena principal. Allí, la pediatra describió los horrores de la guerra llevando a la audiencia a las lágrimas.
La Convención Nacional Demócrata sí tiene previsto escuchar a familiares de algunos de los 251 rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre cuando desató el conflicto al atacar territorio israelí, dejando además 1.199 muertos, según un cómputo de la AFP basado en datos oficiales.
"¿Por qué tiene que ser uno o el otro?", cuestionó Mohammed, quien resalta que, como ha informado el Ministerio de Salud gazatí, más de 40.000 personas han fallecido en el territorio palestino bajo la represalia israelí.
Para ella, hay espacio para escuchar a los dos lados.
Algo que no le desagrada al joven delegado de 17 años Jacob Schonberger, quien representa a Connecticut y llegó a la arena vistiendo botones y consignas en apoyo a Israel.
"Creo que es una decisión de los líderes (...). Tengo mis posiciones personales, pero creo que es importante tener a los dos lados, pero creo que está en manos de los líderes y de la convención decidir lo que es mejor para el país”, sostuvo.
El descontento se ha materializado también en protestas a las afueras del United Center, el estadio donde se celebra la reunión del partido, con cientos de personas gritando "¡Palestina libre!".
Adentro de la arena, algunos delegados se taparon la boca mientras Biden dio su discurso la noche del lunes, en señal de protesta a su política sobre Gaza.
"Queríamos enviar el mensaje de que no estamos de acuerdo con lo que Biden ha hecho", dijo Sabrine Odeh, delegada del estado de Washington.
Mientras su secretario de Estado, Antony Blinken, realiza una gira por Oriente Medio en un nuevo intento de sellar una tregua entre Israel y Hamás, Biden reconoció el descontento por el saldo letal de la guerra durante su alocución de la víspera en la convención.
Esto no emocionó a Yaz Kader, también delegado por Washington: "El hecho es que es un presidente que ha financiado un genocidio que Israel está cometiendo", dijo. "Palabras no son acciones", zanjó.