Si bien es cierto que en Colombia y en Bogotá no hay un movimiento antivacunas ni remotamente parecido al que tienen países como Estados Unidos, es clave entender ¿por qué hay personas que ya tomaron la decisión de no vacunarse? Darle respuesta a esa pregunta implica poder ejecutar acciones que cambien esa decisión negativa, en virtud de que la ciudad avance en su meta de inmunidad de rebaño.
En este sentido, la Subsecretaría de Cultura, Recreación y Deporte hizo un consolidado de tres encuestas, cuyos resultados fueron presentados ayer y que muestran cuáles son las razones por las que hay personas, o poco o nada dispuestas a recibir el biológico. ¿La primera respuesta? Desconfianza.
No obstante, y antes de entrar en la filigrana de los datos obtenidos por la Subsecretaría, con corte al 30 de julio (último muestreo), solamente el 6% de los encuestados está nada dispuesto a vacunarse (el 23 de marzo era el 15%) y solo el 14% está poco dispuesto a hacerlo (el 9 de marzo era el 26%).
Eso quiere decir, palabras más palabras menos, que en este momento son menos las personas que no quieren acceder a las vacunas, y a su vez, son más quienes están dispuestos a recibir la inmunización (el 45% de los encuestados).
“La noticia más importante, es que sistemáticamente se ha reducido en la ciudad el porcentaje de personas que tiene una prevención a la vacuna. Estamos en el dato histórico mas bajo de personas que no tienen ninguna disposición para vacunarse. Solo el 6% de las personas tienen una actitud, digamos, antivacuna”, sostuvo a EL NUEVO SIGLO el subsecretario de Cultura, Henry Murrain, quien resaltó una consciencia cívica y de cooperación, pues la mayoría de las personas provacuna no solo lo son por su propia salud, “sino porque es una forma de cuidar a los demás y recuperar a la ciudad”.
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La encuesta
Ahora el porqué. ¿Por qué hay reticencia a la vacunación? Si bien es cierto que hay razones que institucionalmente se podrían revertir y que están más relacionadas con falta de información sobre qué son, cómo actúan y para qué sirven en términos generales las vacunas, también hay razones tales como pereza a hacer filas y tedio a asistir a los puntos de vacunación.
A este respecto, el subsecretario Murrain le explicó a este medio la diferencia que hay entre la gente que está poco dispuesta y la que está nada dispuesta, pues a grandes rasgos no es una respuesta binaria de sí o no, pero que sí lleva a una respuesta precisa del porqué.
“Este no es un tema menor. Con las primeras mediciones nosotros hicimos preguntas binarias con dos opciones de respuesta: ¿Usted se va a vacunar? Si o No. Lo que encontramos es que entre quienes responden sí y quienes responden no hay un espectro muy amplio de perfiles y eso nos exhortó a generar una escala de respuestas más discreta para tener información más detallada y de ahí a que hoy tengamos una escala que va de Muy dispuesto, Dispuesto, Poco Dispuesto y Nada dispuesto. Y te digo que entender la diferencia entre quienes están poco y nada dispuesto es clave: porque los primeros tienen dudas y los segundos tiene una oposición radical y a ambos tenemos que abordarlos pedagógicamente de manera muy distinta”, aclaró el subsecretario Henry Murrain.
¿Por qué hay reticencia?
Ahora bien, enfocándonos específicamente en las personas que están poco y nada interesadas en vacunarse, la principal causa que argumentan los primeros se debe a una desconfianza frente a la vacuna. Por su parte, "que no la necesitan", es la razón que expresan quienes categóricamente no lo harán.
“Nosotros estamos concentrados en que esas personas que están poco dispuestas dejen de estarlo y pasen a estar dispuestas a vacunarse. Hay dudas grandes frente al tema de agendamiento; muchos tienen dudas de si ya me contagié, ¿debería hacerlo?; hay que ser mucho más cuidadosos con las personas que no tienen un servicio de salud formal, porque están reportando que no tienen idea de nada, y que a la gente le da susto ir a vacunarse y que en ese proceso pueda contagiarse, es un tema crítico”, finalizó explicando el subsecretario.
Ahora, leyendo los resultados, dentro de las personas que están poco dispuestas a vacunarse, el 20% de los encuestados refirió que no se han aplicado un biológico contra el covid-19 por desconfiar de la vacuna como principal razón para no aplicársela.
A esta razón le sigue, con un 18% de los encuestados, un miedo a la vacuna y a sus efectos secundarios, y en tercer lugar se encuentra, con un 13% de los encuestados, que no la necesitan.
En orden descendente, con el 6% de los encuestados siguen las razones de no creer en la vacuna, no querer padecer los efectos secundarios de la misma, un convencimiento de que la vacuna no es eficiente, y están las personas que sencillamente decidieron esperar un poco.
Con el 4% de los encuestados están las razones de falta de información sobre la misma y una falta de interés por vacunarse. Un 3% de los encuestados refirió que no se aplicarán una vacuna contra el covid-19 por contraindicación médica, y hay tres razones que tienen el 2% de los encuestados: ya les dio covid y no ven necesidad de aplicación, no quieren salir de la casa y es un engaño.
Las últimas siete razones tienen cada una al 1% de los encuestados y son que tienen inconvenientes para hacerlo, les da pereza ir a un punto de vacunación, prefieren la medicina natural, no tienen identificación, la vacuna tiene el virus, están esperando la Pfizer y es tedioso hacer filas.
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Los "nada dispuestos a vacunarse"
Esto con relación a la gente que está poco dispuesta a vacunarse pero, ¿y qué razones tienen las personas que ya le cerraron de manera definitiva la puerta a la vacunación y no lo harán por ningún motivo? ¿Cuáles son sus razones?.
Pues bien, el 25% de los encuestados cree no necesitar la vacuna; el 18% no cree en los biológicos contra el covid-19; la falta de eficiencia (12%) y desconfianza de la misma (12%) siguen en el escalafón; un 9% por contraindicación médica, y con el 6% hay dos razones que le siguen: que ya padecieron covid-19; no la consideran necesario y que es un engaño.
Un 4% de los encuestados prefiere la medicina natural y también decidió esperar un poco, y por último, con un 3% de los encuestados hay dos razones: efectos secundarios y miedo a la vacuna.
Adicionalmente, de estas personas que respondieron estar nada dispuestas a acceder a los biológicos, 57% mujeres y 43% hombres, el 70% salió a la calle el día anterior a la entrevista, un 48% de las mismas ha salido por trabajo y un 13% ha salido para comprar alimentos. El 88% de los mismos señaló hacer uso del tapabocas y otro 33% indicó que mantienen un distanciamiento de 2 metros.
Es importante referir que, el 55% de las personas encuestadas consideran que no se puede confiar en la gente, y el 82% consideran que no podrían estar contagiadas de covid-19 y no tener síntomas.
Aún así, a este respecto hay un indicador arrojado por la Secretaría de Cultura que llama la atención, y es que el 39% de los encuestados cree que es muy probable que se contagien del virus, otro 41% lo ve poco probable, un 11% lo ve nada probable y un 9% restante no supo y no respondió la pregunta.