Columnistas | El Nuevo Siglo

El rol de los educados

 

Nunca  he negado la mala onda que me produce el fútbol y lo que se enmarca alrededor de este. Incluso me atrevo a decir que el periodista uruguayo que hace poco habló del narcotráfico y el fútbol, aunque salido de tono, estaba refiriéndose a una condición real.

Sin embargo, en medio del debate que se originó por el lanzamiento de la nueva marca país, una persona cercana me hizo ver las cosas desde una perspectiva diferente.

¿Condiciones o negociaciones de paz?

 

Luego del ataque del 11 de septiembre en Estados Unidos por parte de Al- Qaeda, el presidente Bush envió un ultimátum al gobierno Talibán, solicitándoles que entregaran a Bin Laden y cerraran los campos de entrenamiento de Al-Qaeda. El gobierno Talibán respondió al ultimátum haciéndole una oferta de negociación al Gobierno estadounidense. El presidente Bush se encontraba en la disyuntiva de negociar o invadir.

El drama de las ventas ambulantes           

 

La utopía nacional

 

Si la economía griega no reacciona puede salir de la Zona Euro; si la Zona Euro deja ir a Grecia, seguramente Italia y España, y por ende Alemania, pasarán un mal rato; si Alemania se ve desacelerada o en recesión, Inglaterra recibirá el impacto, seguido de EE.UU. y Asia; paso seguido el mundo entero llorará, no por la caída de la gran Grecia, sino por lo que causó.

¡Bienvenida Gina!

 

Si Bogotá de verdad tuviera Alcalde, la figura anunciada por el presidente Santos de una Alta Consejería para la Ciudad podría sonar a la creación de un Alto Peldaño Burocrático.

La ética y el proceso de paz

 

Ennoblecer el proceso de paz, en términos de dignidad y de respeto a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario -DIH-, en favor de los combatientes y de los civiles ajenos al conflicto, no es ponerle palos de rueda a las negociaciones, sino todo lo contrario: rodearlas de condiciones que eviten su fracaso.

Las víctimas sí cuentan para la paz

 

¿Qué más debe sucedernos como país para que nos importe el sufrimiento de otros?

La aciaga capital

 

Esta Bogotá es una ciudad infortunada, malquerida, desprestigiada, abandonada, en una palabra: aciaga…

Sus alcaldes han llegado a cualquier cosa menos a gobernar para darle el sitio que le corresponde en el concierto de las ciudades pujantes y gratas del globo.