Uribe 40
Tras dos años de recibir palo, de estar sometido a la crítica permanente, a la censura y el rumor, el presidente Santos reaccionó y se apartó del mantra que le impedía contender con su antecesor. Realmente, un Jefe de Estado no puede dedicarse a responder enjuiciamientos y vituperios lanzados en conversaciones privadas, semiprivadas, públicas y a través de las redes sociales, de un antecesor ensombrecido por la interminable penumbra de una corruptela.