Papandreu no es Pericles
Ahora resultaremos con dificultades por cuenta de Grecia. Su difícil situación amenaza a la Unión Europea con un problema económico generalizado, que puede convertirse en terremoto mundial con consecuencias políticas, como efecto del nerviosismo de los mercados financieros. Y, como es de esperar en un mundo globalizado, no escaparemos de sus efectos, pues nada hay más contagioso que un ataque de nervios.