UNO LOS factores que más ha incidido en el precio de los alimentos, el alto costo que pagan los productores por los insumos que aplican a sus cultivos, es decir los abonos y fertilizantes.

De acuerdo con un estudio de la Bolsa Mercantil de Colombia, conocido por EL NUEVO SIGLO, este proceso es indispensable en la seguridad alimentaria y la competitividad del sector agroalimentario de Colombia.

La baja producción local de abonos y fertilizantes, la dependencia de importaciones y la consecuente vulnerabilidad ante las dinámicas del mercado internacional, generan riesgos para el desarrollo de una cadena alimentaria autoabastecida, lo que plantea obstáculos significativos para el crecimiento del sector agropecuario.

A través de este estudio, la Bolsa Mercantil de Colombia ayuda a promover la competitividad en la cadena de alimentos, comenzando desde los insumos esenciales para la producción agropecuaria.

Se estima que de los 2 millones de toneladas de insumos que necesita el país al año, solo el 5% corresponde a producción local.

Fertilizantes

Indica el informe, que en el mercado colombiano de fertilizantes se transan cada año alrededor de 1,5 millones de toneladas, por un valor de alrededor de $2 billones, siendo el segmento dominante el de fertilizantes inorgánicos.

Asimismo, entre 2012 y 2022, el consumo aparente de abonos y fertilizantes en Colombia creció un 78% a un ritmo promedio anual del 5,9%.

En Colombia, la baja producción local, la dependencia de importaciones y la consecuente vulnerabilidad ante las dinámicas del mercado internacional, generan riesgos para el desarrollo de una cadena alimentaria autoabastecida, lo que plantea obstáculos significativos para el crecimiento del sector.

Por otro lado, el desarrollo de una industria local de fertilizantes, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la búsqueda de fuentes alternativas de nutrientes para los suelos son clave para garantizar la seguridad alimentaria del país. En este caso, los abonos orgánicos se presentan como una alternativa prometedora. Sin embargo, su producción actual aún no alcanza a cubrir ni una cuarta parte de las necesidades del país.

Sobre el amoniaco y la urea, en Colombia no existe potencial para su producción nacional, debido a que prácticamente la totalidad de las reservas probadas de gas en el país ya cuentan con contratos, y, además, su costo de extracción es alto en relación con otros países, lo que hace económicamente más eficiente su importación.

Costos

Los fertilizantes representan entre el 22% y 61% de los costos de los insumos, y entre el 4% y 16% de los costos totales de producción. En los rubros que componen los costos de producción agropecuaria, tiene especial relevancia el componente de los fertilizantes, debido a su importancia para el adecuado desarrollo de los cultivos y su mayor precio relativo frente a otros insumos.

Según datos de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), los fertilizantes pueden representar entre el 22,2% y 60,8% de los costos de los insumos agropecuarios, y entre el 3,6% y 15,6% de los costos totales de producción, siendo un factor determinante en la rentabilidad de las actividades agropecuarias.

Además, se evidencia que los cultivos de maíz, cebolla y fríjol son aquellos en los cuales los fertilizantes tienen mayor participación en los costos totales de producción, con el 15,6%, 15% y 14,6%, respectivamente, siendo superior al promedio de todos los cultivos que se ubica en 8%

Señala el estudio, que Colombia es un país con un gran potencial agrícola, gracias a su ubicación geográfica y variedad de pisos térmicos. Históricamente, la agricultura nacional ha dependido de la importación de fertilizantes e insumos agropecuarios. Sin embargo, la baja oferta local se debe a la escasez de elementos básicos como el potasio, nitrógeno o fósforo en el territorio.

Entre 2020 y 2022 los ingresos de las empresas de abonos y fertilizantes en Colombia evidenciaron un incremento del 54,2%, mientras que la utilidad operacional creció en más de tres veces. Lo anterior puede estar relacionado al incremento de los precios de insumos agropecuarios que ocurrió en esos años a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania, con lo cual algunas empresas nacionales pudieron verse beneficiadas.