LA INFLACIÓN de la eurozona registró en octubre un repunte, levemente por encima de las expectativas, y se situó en el 2,0% interanual, aunque en general se mantuvo alineada con la meta definida por el Banco Central Europeo (BCE).
En septiembre la inflación de la zona del Euro había sido estimada en 1,7%. Para octubre, el mercado esperaba un índice del 1,9%, de forma que el 2,0% apuntado por la agencia europea de estadísticas Eurostat quedó por encima de la previsión.
La agencia Eurostat anunció que los precios de los servicios aumentaron en octubre el 3,9%, al tiempo que el renglón de alimentos (que incluye el tabaco y las bebidas alcohólicas) subió un 2,9%.
Los servicios ya habían aumentado un 3,9% en septiembre, pero los alimentos experimentaron un avance de medio punto porcentual.
Simultáneamente, los precios de la energía experimentaron un retroceso del -4,6%.
En tanto, la inflación subyacente −que excluye de la medición a productos con precios volátiles− se mantuvo estable en 2,7%, aunque el mercado esperaba una desaceleración a 2,6%.
Este escenario se mantiene en el centro de las atenciones al BCE, que a partir de junio iniciaron recortes en sus tasas de referencia.
En la víspera, Eurostat anunció que el PIB de la eurozona había crecido un 0,4% en el tercer trimestre del año en curso, un resultado que también superó las expectativas, pero resultó pálido ante el 0,7% que registraron Estados Unidos en el mismo periodo.
Así, se espera que el BCE mantenga en su reunión de diciembre la tendencia de recortes de las tasas de referencia.
Toque de realismo
Entre las principales economías de la eurozona, Alemania registró en octubre una inflación del 2,4%, Francia del 1,5% e Italia del 1,0%.
España registró una inflación del 1,8% y Portugal del 2,6%, de acuerdo con Eurostat.
En un extremo, Eslovenia registró en octubre una inflación del 0,0% al tiempo que Bélgica tuvo el indicador más elevado, del 4,7%.
Sin embargo, el 2,4% de Alemania concentró la atención, ya que el país había exhibido una inflación del 1,8% en septiembre, siendo que en el tercer trimestre del año la locomotora económica de la UE escapó de una trayectoria recesiva.
En Estados Unidos
Por otra parte, la inflación en Estados Unidos cayó en septiembre a su nivel más bajo desde febrero de 2021 en la medición a 12 meses, según el índice PCE, el más seguido por la Reserva Federal, a cinco días de las elecciones presidenciales.
El PCE marcó así 2,1% en la medición anual, frente a 2,3% en agosto, rozando el objetivo del 2% de la FED, un nivel considerado sano para la economía. En tanto, en la medición mes a mes, entre agosto y septiembre, los precios aumentaron un 0,2%, ligeramente más que el 0,1% de incremento entre julio y agosto.
La inflación subyacente, que, excluyendo los precios más volátiles como alimentación y energía, se mantuvo estable en 12 meses a septiembre, un 2,7%. También tuvo una ligera variación positiva en la medición mes a mes entre agosto y septiembre, pasando a 0,3%, frente a 0,2% entre julio y agosto.
El otro índice inflacionario, el IPC o índice de precios al consumo, publicado días atrás, también pasó en septiembre a su nivel más bajo desde febrero de 2021 (2,4% en un año).
La inflación ocupa un lugar preponderante en la carrera por la Casa Blanca antes de las elecciones del 5 de noviembre entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump.
El 41% de los estadounidenses declara que la inflación es su principal preocupación económica, según una encuesta de Bankrate publicada el pasado 15 de octubre. Entre los republicanos, el porcentaje asciende al 56%, y entre los demócratas cae al 28%.
La disparada de precios desde 2021, durante la recuperación económica pospandemia, con Joe Biden recién llegado al gobierno, es uno de los factores más difíciles de remontar para los demócratas en la carrera por la Presidencia.