Caricaturas, expertos y convictos
A veces los dictadores parecen salidos de una tira cómica, ya sea por sus excentricidades (el singular sentido de la moda de Gadafi, el tupé y los coturnos de Kim Jong Il, el trono imperial de Bokassa), o por los curiosos personajes que pueblan su entorno cercano (los hechiceros que asesoran a la Junta birmana, Imelda Marcos y su mítica colección de zapatos, o Teodorín Obiang y sus modestas inversiones inmobiliarias en las playas californianas).