Columnistas | El Nuevo Siglo

Una posición salomónica

 

Con su acostumbrado desenfado bogotano, nuestra linda Cancillera dejó boquiabiertos a sus interlocutores con esta perla: “Tenemos que tener la mente en que cualquier cosa puede pasar en esas posiciones de la Corte (Internacional). Nunca una de las dos partes sale con las manos vacías. Eso lo tenemos claro”.

Es la malla vial, estúpido

 

ES  claro que los nuevos alcaldes quieren ejecutar su Plan de Desarrollo, que en su mayoría depende de nuevas inversiones que demuestran su programa de gobierno, mas ya se deja ver un problema que se repite en muchas de las ciudades del país, porque se prefiere hacer cosas nuevas que mantener en buenas condiciones las que se tiene.

¿Euforia por el TLC?

 

Después de leer y de escuchar importantes intervenciones del presidente de la Federación de Ganaderos, José Félix Lafaurie, sobre el Tratado de Libre Comercio firmado con Estados Unidos, uno no puede participar de la euforia del ministro de Comercio Exterior, Sergio Díaz-Granados, para quien el TLC es la panacea.

Excelencia académica

 

El  conocimiento es históricamente acumulativo. No siempre nos damos cuenta de que lo que sabemos es el fruto de un larguísimo proceso de estudio. La sola capacidad de leer es fruto de 6.000 años de preparación. El cálculo aritmético fue el fruto de milenios de desarrollo cultural acumulado. Hoy la riqueza está en proceso de cambiar de naturaleza. Y ya no es la tierra, no son tampoco las máquinas, la esencia de la riqueza.

AIS para los pobres

 

Cuando el Gobierno anunció la construcción de 100.000 viviendas, que serán entregadas gratuitamente a los más pobres, se dispararon las alarmas de los profetas del desastre, que no reflexionan antes de vociferar y descalificar cualquier iniciativa que pueda hacer sombra a lo que nunca se hizo.

El Rey y el elefante

 

Siempre he pensado que las monarquías son paquidermos del pasado, que no tienen lugar en el siglo XXI y, por lo tanto, están llamadas a desaparecer.

Que por pertenecer a esta o a aquella familia algunos reciban jugosos sueldos del Estado, no paguen impuestos, vivan gratis en fastuosos palacios, tengan que ser permanentemente cuidados por equipos de seguridad y, además, haya que hacerles venia, me parece totalmente absurdo.

Cumplir el reto

 

Decenas de veces el Gobierno ha reiterado que su meta social es reducir la pobreza y erradicar miseria, incluidas las 100 mil viviendas prometidas. Tres focos que reclaman atención, no solo en las lejanías, también en el corazón de las ciudades más densamente pobladas.