Una posición salomónica
Con su acostumbrado desenfado bogotano, nuestra linda Cancillera dejó boquiabiertos a sus interlocutores con esta perla: “Tenemos que tener la mente en que cualquier cosa puede pasar en esas posiciones de la Corte (Internacional). Nunca una de las dos partes sale con las manos vacías. Eso lo tenemos claro”.