Sin engaños
No más ofertas al consumidor final diciendo a la velocidad de la luz que, aplican condiciones y restricciones.
Sanciones de hasta $ 1.000 millones para fabricantes, proveedores, comercializadores y anunciantes que continúen vendiendo con trampa bajo la manga o a plena luz del día.
Se acabó la burla al consumidor colombiano gracias a una ley que protege sus intereses, deberes, obligaciones, pero también su bolsillo.