Columnistas | El Nuevo Siglo

 

La farsa retórica

 

Hay algo maravilloso en la filosofía y la literatura: el poder de las palabras. Sin embargo, éstas se convierten en algo macabro cuando se trata de adornar o explicar un conflicto armado como el colombiano. La cosa es sencilla, comencemos por entender que “deshumanizar” la guerra es una estupidez intelectual porque la guerra, por definición, no es humana.

Me pregunto por la disonancia entre el discurso de las Farc, sus defensores y sus actos.

 

¿Qué es la paz?

 

El martes marcharemos en contra del secuestro, motivados por la crueldad de la ejecución de 4 secuestrados por parte de las Farc; el clamor será claro: ¡Queremos paz! Pero ¿sabemos qué es eso?

 

La segunda república liberal santista

 

El presidente Juan Manuel Santos Calderón es un político sagaz y curtido que no da, como reza el adagio popular, “puntada sin dedal”. Todo lo que él hace o deja de hacer tiene un propósito muy claro y muy definido como, por ejemplo, en el caso de su propia y muy segura reelección. Aquí, como él mismo lo dice, ¡que no nos crea tan pendejos!

 

De Bielorrusia a Nicaragua

 

 

Los escándalos sobre fraudes electorales parecen una epidemia que se expande por diversas regiones del planeta, al igual que la fiebre reeleccionista de una serie de gobernantes, quienes en sus desbocados afanes de perpetuarse en el poder, utilizan toda clase de artimañas para legitimar a través de referendos amañados, consultas viciadas y elecciones fraudulentas ignominiosas autocracias.

 

Cultivar la muerte

 

Creo que ningún colombiano con cinco dedos de frente tiene dudas de que las Farc cometieron un crimen de guerra al haber ejecutado cuatro de los rehenes que estaban en su poder. Dudo mucho que a los subversivos les trasnoche esta tipificación del Derecho Internacional Humanitario (DIH), pero para nosotros es otro acto más de barbarie en los anales de la historia de Colombia.

 

No más

 

No más abrazos de hermana de Piedad Córdoba.

No más tatuajes de pólvora en el cráneo de nuestros soldados.

No más gestos de buena voluntad carcomidos por tiros de gracia.

No más cartas sacadas de la manga, la víspera del funeral.

No más policías regresando a casa envueltos en ataúd.

 

Las ganancias de Telecom

 

Hace cinco años nos pintaron “pajaritos de oro” para justificar el dudoso negocio que despojó al país de su empresa bandera en telecomunicaciones, de la que se decía “une a los colombianos”.

Desacreditaron al sindicato, al que culparon de los malos resultados financieros de la pujante empresa.

 

Una nueva oportunidad para Colombia

 

La Ley de Víctimas, que comienza a aplicarse a plenitud dentro de pocos días, es la continuación de un proceso que viene intensificándose desde tiempo atrás y que, en su aspecto legislativo, tiene como fecha clave el 24 de julio del 2007, cuando se celebró el primer Día de Solidaridad del Senado con las víctimas.

 

¡No más Farc!

 

Muchos avizoraban la llegada inminente de un proceso de paz. La señora Piedad Córdoba ilusionaba al país con una guerrilla capaz de mostrar actos de magnanimidad. Nos engañaban con un supuesto acto humanitario de entrega de todos los secuestrados, mientras la guerrilla se reacomodaba. La mayoría creía que aparecía un espacio para el diálogo, aprovechando la generosidad del Gobierno.