Off the record | El Nuevo Siglo
Los rumores sobre la posible entrada de Clara López a un ministerio continúan en los corrillos políticos, aunque ya no con la intensidad de hace dos semanas.
En la ceremonia de posesión del entrante alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, se espera que esté toda la plana política del país, empezando por el presidente Juan Manuel Santos y el vicepresidente Germán Vargas Lleras. Incluso se espera que también pueda venir el exalcalde Antanas Mockus, quien se alió con Peñalosa en la recta final de la campaña.
En los pasillos de la Casa de Nariño se afirma en voz baja que el presidente Santos sigue considerando que  algunos ministros y titulares de institutos, agencias y otras entidades del orden nacional y descentralizado no han sido lo suficientemente eficientes en materia de visibilización de sus logros y gestión, pese a que los programas y obras a su cargo tienen un flujo presupuestal bastante significativo.
En el cuerpo de generales retirados de la Policía hay distintas ópticas respecto a cómo superar la crisis de la institución, sumida en las últimas semanas en denuncias internas de distinta índole que tienen en el ojo del huracán hasta al director, general Rodolfo Palomino.
Han sido tantas las críticas que ha recibido la comisión de alto nivel que el Gobierno designó para indagar sobre lo que está pasando en la Policía, en donde hay una crisis por cuenta de un cruce de denuncias sobre temas que van desde redes de prostitución hasta anomalías en ascensos y traslados, que es muy posible que algunos de sus integrantes consideren la posibilidad de dar un paso al costado al constatar que no hay consenso sobre la utilidad de la comisión y la validez de sus conclusiones y recomendaciones.
Como se sabe desde hace varias semanas el presidente venezolano Nicolás Maduro viene buscando una reunión con el mandatario colombiano Juan Manuel Santos, pero Bogotá ha dicho que no hay disponibilidad en la agenda por el momento.
Esta semana termina la primera parte de la legislatura y hasta el momento los balances son dispares al interior del Parlamento. En las filas del uribismo se considera que la agenda gubernamental prácticamente desplazó a todo el resto de iniciativas de los senadores y Representantes, salvo muy contadas excepciones. En las toldas de la coalición de Unidad Nacional replican que el uribismo dice que la legislatura fue negativa porque la mayoría de los proyectos que presentó y tesis que defendió al final fueron hundidos o derrotadas.
Más de una curiosidad despertó el anuncio hecho por el ministro de Justicia, Yesid  Reyes, esta semana al explicar que no se tenía evidencia tangible de que en Colombia se estuvieran produciendo drogas sintéticas.
Una alta fuente petrista le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que hay mucha extrañeza entre algunos de los salientes altos funcionarios del Distrito que se han estrellado con muchas evasivas cuando han tratado de preguntar quiénes harán parte del nuevo plan político del saliente mandatario de los bogotanos, de cara a lo que todos aseguran sería una candidatura presidencial para 2018.
Un curioso dato respecto a toda la polémica alrededor del hallazgo del tesoro del galeón español San José en las profundidades del mar Caribe colombiano, en inmediaciones de Cartagena.
Los críticos del “plebiscito por la paz” que el Gobierno y sus mayorías parlamentarias prácticamente ya tienen aprobado, han visto en las elecciones del pasado domingo en Venezuela una oportunidad más para seguir enfilando peros contra la iniciativa. Sostienen que la participación en los comicios legislativos en el vecino país estuvo por encima del 75%, lo que prueba que cuando se trata de asuntos de primer orden para el futuro de la nación, la ciudadanía se vuelca a las urnas de forma masiva.
Faltando apenas una semana larga para que acabe este primer tramo de la legislatura, hay algunas voces en el Congreso que se han interrogado en torno a si los cada vez más evidentes roces entre los partidos de la coalición de Unidad Nacional podrían desembocar en que se incumplan los acuerdos sobre la rotación en las presidencias de Senado, Cámara y comisiones parlamentarias.