La corrupción
Dilma Rousseff ha despedido cuatro ministros en pocos meses. Todos acusados de corrupción. El último salió en horas, responsabilizado de utilizar el conductor oficial en labores domésticas. No se robó la calle 26, no adjudicó la doble calzada Bogotá-Girardot, no saqueó las finanzas de la Empresa de Energía de Pereira, no participó en el desastre financiero de las concesiones de transporte masivo en Barranquilla, Cartagena, Cali o Bucaramanga.