Editorial | El Nuevo Siglo
Nada más cobarde, repudiable y violatorio del Derecho Internacional Humanitario que lo hecho por presuntos guerrilleros del Eln que ayer asesinaron, utilizando francotiradores, a dos trabajadores que operaban una retroexcavadora en un sector de la vereda Villa Nueva, en Teorama, región del Catatumbo, en Norte de Santander. Las dos víctimas laboraban para una empresa contratista de Ecopetrol y fueron abatidos a sangre fría.  
Las  ciudades de hoy cada vez más se alejan del ideal de ser acogedoras, donde la solidaridad, la integración y todo ese conjunto de virtudes que aproximan y estrechan los lazos de la familia humana, sean vividos en la cotidianidad. La realidad es diferente. Se da un proceso de deshumanización, incluso en aquellas que se dice son las de mejor calidad de vida. Muchos factores inciden para que siga prosperando un espacio árido, donde no florece la amistad, el compañerismo.
No  tiene nada de anecdótica la denuncia que hiciera el gremio de los comerciantes en torno de que se está evidenciando una grave escasez de la moneda de mil pesos y que ello se puede deber, en alguna parte, a que muchos colombianos las están recopilando para ahorrarlas en las tradicionales alcancías. Este fenómeno, que también afecta a las monedas de 500 pesos, hace, entonces, que en el día a día las monedas que más circulen sean aquellas de menor denominación, como las de doscientos, cien y cincuenta pesos.
Aunque débil, El Niño impactará
No relajar planes de contingencia
El  lamentable caso del suicidio de un joven estudiante puso, de nuevo, sobre la agenda nacional el preocupante caso del “matoneo” en los establecimientos educativos. Incluso, una investigación de la Maestría en Educación de la Universidad de La Sabana concluyó que el 47% de los alumnos en la Sabana de Bogotá ha sido agredido física o verbalmente por otro compañero de clase.