Columnistas | El Nuevo Siglo

El Alcalde tiene razón

RODRIGO POMBO CAJIAO*

 

El alcalde Petro no ha hecho nada de fondo ni lo va a hacer. ¿De dónde acá sacamos la idea de que quien no tiene conocimiento ni experiencia en asuntos de gobierno, no tiene equipo de gobierno, no ha producido riqueza, no ha trabajado en el sector productivo nunca, podría gerenciar con éxito una megacapital como Bogotá?

Dos años de buen o mal gobierno

 

El Alcalde tiene razón

 

El alcalde Petro no ha hecho nada de fondo ni lo va a hacer. ¿De dónde acá sacamos la idea de que quien no tiene conocimiento ni experiencia en asuntos de gobierno, no tiene equipo de gobierno, no ha producido riqueza, no ha trabajado en el sector productivo nunca, podría gerenciar con éxito una megacapital como Bogotá?

El espíritu olímpico

 

Refrescante  como un balde de agua fría terminaron siendo los Juegos Olímpicos en Londres 2012. Hay pueblos que están destinados a ser pueblos. Hay pueblos que están destinados a ser imperios. El pueblo inglés es uno de ellos. Desde sus inicios estuvo destinado a ser un imperio. A pensar en grande.

Muy bueno pero sin sobreactuarse

 

Terminaron las justas más importantes del deporte en el mundo con el cierre de los Olímpicos de Londres 2012. Sin duda este evento será recordado por su calidad y nivel de competencia demostrados. De pronto menos “espectáculo” que el de China, pero algo más realista para unas justas como estas. Una inauguración muy distinta a la de Beijing, con menos inversión, pero con una referencia mejor a la cultura e historia de la nación anfitriona.

El gran salto

 

Luego del alborozo por el desempeño en los Juegos Olímpicos quedó plasmada la semblanza de jóvenes de la sociedad del común que celebran triunfos con esfuerzo propio y relativo respaldo oficial.

Quedó al descubierto cómo han pasado más de cuatro décadas sin política nacional estable para el deporte, luego de la creación de una institución para ese fin.

El gran salto

JUAN ÁLVARO CASTELLANOS

 

Luego del alborozo por el desempeño en los Juegos Olímpicos quedó plasmada la semblanza de jóvenes de la sociedad del común que celebran triunfos con esfuerzo propio y relativo respaldo oficial.

Quedó al descubierto cómo han pasado más de cuatro décadas sin política nacional estable para el deporte, luego de la creación de una institución para ese fin.