Un puesto para Dios
Es preocupación del Papa en este extraordinario pontificado doctrinal en que se intenta de nuevo “ganar fondo” en las relaciones con Dios, el retorno a lo fundamental a saber: que Dios Padre existe, que su presencia es viva y constante y que el grande y único mediador es Jesucristo, enviado por el Padre para nuestra salvación y que la historia se mueve hacia Él guiada por el Espíritu.